Lorem ipsum dolor sit amet, consectetur adipiscing elit.
NUESTRO PROPÓSITO Y VALORES
San Rafael, Fundación Estima está comprometida con el desarrollo del proyecto personal, el pleno ejercicio de sus derechos y la consecución de una vida plena y feliz por parte de las personas con discapacidad intelectual y del desarrollo, especialmente con aquellas que presentan más necesidades de apoyo.
MISIÓN
Ofrecer apoyos personalizados y generar dinámicas comunitarias que promuevan la participación, las interacciones sociales y el reconocimiento de la ciudadanía plena.

VISIÓN
Lograr un mundo donde las personas puedan disfrutar de una vida plena y significativa en entornos comunitarios inclusivos.
VALORES
Estima
Consideración, buena opinión, aprecio y afecto que se ofrece a la persona, desde el reconocimiento de su igual dignidad.
Felicidad y vida plena.
Felicidad como un estado profundo de bienestar en el que la persona experimenta que su vida tiene sentido y propósito (eudemonía).
Deseo de todo hombre o mujer de ser feliz, de tener una vida realizada, una vida que valga la pena ser vivida, una vida que en su globalidad podremos calificar de lograda, integrando armoniosamente un complejo conjunto de experiencias en el marco de un adecuado proyecto de autorrealización.
Inclusión
La inclusión es la actitud, tendencia o política de integrar a todas las personas en la sociedad, con el objetivo de que estas puedan participar y contribuir en ella y beneficiarse en este proceso, teniendo las mismas posibilidades y oportunidades para realizarse como individuos.
Abarca 3 dominios:
-Relaciones interpersonales
-Participación en la comunidad.
-Reconocimiento político y administrativo de la ciudadanía.
Compromiso
“El compromiso es lo que transforma la promesa en realidad” (S. Lehman)
Es cumplir con nuestro propósito, con nuestras responsabilidades con nuestros grupos de interés y en especial, con las personas con discapacidad intelectual, aun en las condiciones más adversas.
Es defender aquello en lo que creemos, buscando como contribuir para el bien común.
Abarca el compromiso con la sostenibilidad social, medioambiental y económica.
Actitud positiva
Las relaciones que se establecen en la Fundación ponen en juego las emociones positivas de los miembros que la conforman generando entusiasmo y motivación. Necesitamos tener apertura mental y expresividad emocional de forma que se haga surgir el lado humano de todas las personas implicadas. Es por ello que consideramos como un valor fundamental la alegría, el entusiasmo y la pasión compartida.
Colaboración
A partir de una fuerte motivación social e identificación con el proyecto común, trabajamos de manera efectiva y respetuosa con diversas personas o equipos, hacemos compromisos, creamos consensos para tomar decisiones, asumimos responsabilidades compartidas en tareas colaborativas y valoramos las opiniones y contribuciones individuales de otras personas.
Innovación
Entendemos la innovación como el medio para cambiar a mejor la vida de las personas. Se trata de generar nuevas ideas que respondan a un objetivo social, creando valor y generando impacto.
Innovamos para crear valor social, con ciencia y con conciencia.
Entendemos la calidad de vida como una combinación de las condiciones de vida y satisfacción personal
Para procurar la mayor calidad de vida entre los usuarios de los servicios de la Fundación utilizamos el modelo de Calidad de Vida de Schalock y Verdugo, que incluye las siguientes dimensiones:
- Bienestar emocional
- Relaciones interpersonales
- Bienestar material
- Desarrollo Personal
- Autodeterminación
- Derechos
- Bienestar físico
- Inclusión

Actitud Positiva
Para hacer surgir el lado humano de todas las personas implicadas, es necesaria apertura mental y expresividad emocional. Por eso, consideramos como un valor fundamental la alegría, el entusiasmo y la pasión compartida.
Compromiso Ético
Desde la Fundación apostamos por una sociedad plural, en la que se respete y valore la diferencia y la diversidad como fuente de riqueza; en la que la igualdad de oportunidades sea un hecho; en la que la integración y la participación sea real para todos sus miembros; en la que las personas con discapacidad puedan ejercer su ciudadanía accediendo a bienes y servicios como cualquiera de sus miembros. Una sociedad solidaria e interdependiente, que priorice la capacidad de sus miembros, antes que sus déficits.